miércoles, 19 de mayo de 2010

El amor y el odio , el calor y el frio de Buenos Aires





mi ciudad es claro-oscuro .
Buenos Aires se pone de colores vivos en verano , con fuertes lluvias pasajeras (tormentas de verano)donde el cielo se cae en agua sobre la ciudad y nos deja culo pa' arriba , pero de golpe te sorprende gratamente , te da muchos días esplendidos de sol .
Algunos (como yo) amamos esta etapa del año , la que uno vive de ojotas , short y remera (si hace falta); la coca-cola bien fría , el "HELADO" , la cerveza ... son folklore del verano porteño.Las plazas se transforman en playas pero de verde pasto , donde la gente pasa horas disfrutando del clásico mate con bizcochos o facturas (otros clásicos folkloricos porteños)
Buenos Aires se pone de colores pastel y grises en invierno , con mañanas de sol que dan ganas de tomarlo y no dejarlo .El combo frió-humedad vienen con los resfrios , gripes , mocos , toses ... La medicina porteña toma su lugar con sus máximos exponentes el té con miel y limón , el vick-vaporub , las ollas con agua hirviendo para nebulizaciones.Es la etapa del chocolate , los alfajores son una droga vital para el porteño , el café (algunos somos del café con leche)bebida ideal para leer el diario o un libro por ej .Los abrigos , las enormes capas de camisetas y remeras selladas por una campera o sweter de lana , la bufanda que solo deja escapar algo de la mirada y la puntita de las orejas.
En fin podría estar horas hablando del verano y el invierno de mi Buenos Aires.

Yo me quedo con el verano , pero reconozco que el invierno tiene lo suyo

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